Complicaciones en el parto: cómo estar preparada y afrontarlas con éxito

El parto es un proceso natural que puede resultar en la llegada al mundo de un bebé sano y feliz, pero en algunos casos pueden surgir complicaciones e imprevistos que requieren atención médica urgente.

A continuación, explicaré algunas de las complicaciones e imprevistos más comunes durante el parto, incluyendo sus síntomas, causas y posibles tratamientos.

¿Qué tipo de complicaciones se pueden presentar en un parto?

Incluso en un embarazo saludable que ha transcurrido sin ningún problema y estando bien preparada para el parto, siempre existe la posibilidad de que pueda surgir alguna dificultad.

Parto prematuro

El parto prematuro se produce cuando el bebé nace antes de la semana 37 de gestación. Las causas de un parto prematuro pueden ser diversas, como el estrés, una infección o una anomalía en el cuello uterino. Los síntomas incluyen contracciones dolorosas, dolor en la parte baja de la espalda, presión en la pelvis, cambios en el flujo vaginal y calambres abdominales. Si sospechas que estás en trabajo de parto prematuro, debes buscar atención médica de inmediato. Dependiendo de la situación, el médico puede intentar detener el parto prematuro con medicamentos o procedimientos médicos.

Desaceleraciones del ritmo cardíaco fetal

Durante el trabajo de parto, el médico o la enfermera pueden monitorear el ritmo cardíaco del bebé para asegurarse de que esté recibiendo suficiente oxígeno. Si se detectan desaceleraciones del ritmo cardíaco fetal, puede ser una señal de que el bebé está experimentando problemas y necesita ser atendido inmediatamente. Las desaceleraciones pueden ser causadas por una variedad de factores, como el estrés fetal, la hipoxia o el prolapso del cordón umbilical. En algunos casos, puede ser necesario realizar una cesárea de emergencia para garantizar la seguridad del bebé.

Progreso lento del trabajo de parto

En algunos casos, el trabajo de parto puede tardar más de lo esperado en progresar, lo que puede resultar en complicaciones para la madre y el bebé. El progreso lento de parto puede ser causado por una variedad de factores, como la posición del bebé, la fuerza de las contracciones y la resistencia del cuello uterino. Si el progreso del trabajo de parto es lento, el médico puede recomendar el uso de medicamentos para acelerar las contracciones o, en algunos casos, puede ser necesario realizar una cesárea.

La matrona o el médico pueden sugerir que:

  • Cambiar a una posición en la que te sientas cómoda.
  • Caminar: El movimiento puede ayudar al bebé a moverse más hacia abajo y estimular las contracciones.
  • Tomar una ducha o baño caliente.
  • Un masaje de espalda.
  • Tomar una siesta para recuperar tu energía.
  • Comer o beber algo.

Si el progreso continúa siendo lento, la matrona o el médico pueden indicar la inserción de un goteo intravenoso con para que las contracciones sean más efectivas. Si estás cansada o incómoda, es posible que desees preguntar sobre las opciones para aliviar el dolor.

Cuando el bebé está en una posición inusual

La mayoría de los bebés nacen de cabeza, pero algunos están en posiciones que pueden complicar el parto:

  • Posición posterior: Esto significa que la cabeza del bebé entra en la pelvis mirando hacia el frente en lugar de la espalda. Esto puede significar un trabajo de parto más prolongado con más dolor de espalda. La mayoría de los bebés darán la vuelta durante el parto, pero otros no. Si un bebé no se da vuelta, es posible que el médico necesite girar la cabeza del bebé. Puedes ayudar poniéndote de rodillas y girando o balanceando tu pelvis, esto también puede ayudar a aliviar el dolor de espalda.
  • Posición de nalgas o de pie: El personal médico hablara contigo sobre la mejor manera de manejar un parto con estas posiciones. Si el bebé todavía está en posición de nalgas al final del embarazo, se puede recomendar una cesárea.

Distocia de hombros

La distocia de hombros se produce cuando la cabeza del bebé se ha deslizado fuera del canal de parto, pero los hombros se quedan atascados detrás de la pelvis de la madre. Esta complicación puede ser peligrosa y puede causar lesiones graves al bebé. La distocia de hombros puede ser causada por diversos factores, como un tamaño fetal grande, una posición fetal anormal o una estrechez pélvica materna. Si se produce una distocia de hombros, el médico debe actuar rápidamente para liberar los hombros del bebé. Esto puede implicar maniobras específicas para cambiar la posición del bebé, o en casos graves, la realización de una cesárea de emergencia.

Embarazo múltiple

Cuando hay más de un bebé, el parto puede ser prematuro. Cuando nace el último bebé, la placenta (o placentas) se expulsa de la manera habitual. Si los bebés son prematuros, es probable que necesiten cuidados adicionales al nacer y durante algunos días o semanas después.

A término, puede ser inducido si tus bebés están en la posición correcta. A menudo, después de que nace el primer gemelo, el segundo gemelo puede colocarse en una posición inusual y el obstetra puede necesitar maniobrar para colocarlo en posición de nacimiento.

Preocupación por la salud del bebé

A veces puede haber preocupaciones de que el bebé presente sufrimiento fetal o pérdida de bienestar fetal durante el trabajo de parto. Los signos incluyen:

  • Cambios en el ritmo cardiaco del bebé.
  • Presencia de meconio en el líquido amniótico.

Si hay riesgo de que el bebé no esté bien, generalmente se controlará su frecuencia cardíaca. Si es necesario, habrá que sacar al bebé.

Desgarros perineales

Un desgarro perineal se produce cuando se produce una rotura en la piel y el tejido muscular del perineo durante el parto. Los desgarros perineales son comunes y pueden variar en gravedad, desde desgarros superficiales hasta desgarros profundos que afectan el músculo esfínter anal. Los síntomas pueden incluir dolor, sangrado y dificultad para orinar. Si se produce un desgarro perineal, el médico puede realizar una reparación quirúrgica en el momento del parto o en los días siguientes.

Infecciones

Las infecciones pueden ser una complicación durante el parto tanto para la madre como para el bebé. La infección puede ocurrir en la bolsa amniótica o en el tracto urinario de la madre. Los síntomas de una infección pueden incluir fiebre, escalofríos, dolor abdominal y dolor al orinar. Si se sospecha una infección, el médico puede recomendar antibióticos u otros tratamientos para prevenir complicaciones.

Hemorragia postparto

La hemorragia postparto se produce cuando una mujer experimenta una pérdida excesiva de sangre después de dar a luz. La hemorragia postparto puede ser causada por una variedad de factores, como un desprendimiento de placenta o una lesión en el cuello uterino. Los síntomas de la hemorragia postparto incluyen sangrado vaginal excesivo, mareo, debilidad y palidez. Si se sospecha una hemorragia postparto, se debe buscar atención médica inmediata. El tratamiento puede incluir la administración de medicamentos para detener la hemorragia o, en casos graves, una cirugía para detener el sangrado.

Hay dos tipos de Hemorragia postparto, dependiendo de cuándo ocurre el sangrado:

  • Sangrado que ocurre dentro de las 24 horas del nacimiento.
  • Sangrado que ocurre después de las primeras 24 horas, hasta 6 semanas después del nacimiento.

Dependiendo del tipo de Hemorragia, las causas incluyen:

  • Mala contracción del útero después del nacimiento del bebé (atonía uterina).
  • Parte de la placenta que queda en el útero, (retención de placenta).
  • Infección de la membrana que recubre el útero (endometritis).

La matrona revisará el útero regularmente después del nacimiento para asegurarse de que esté firme y se contraiga. La hemorragia posparto puede causar una serie de complicaciones y puede significar una estancia más prolongada en el hospital.

Es importante destacar que estas complicaciones no son las únicas que pueden ocurrir durante el parto. Cada mujer y cada embarazo son diferentes, y las complicaciones pueden variar según la situación. Lo más importante es estar informada y estar atenta a los síntomas. Si se sospecha que algo no va bien, es importante buscar atención médica de inmediato.

Además, es importante contar con un equipo médico capacitado y experimentado para atender el parto. Un equipo de atención médica bien preparado puede identificar y manejar rápidamente las complicaciones, lo que puede mejorar significativamente el resultado para la madre y el bebé.

En conclusión, el parto puede ser un proceso natural y hermoso, pero en algunos casos pueden surgir complicaciones e imprevistos que requieren atención médica urgente. Estar informada y preparada para estas posibles complicaciones puede ayudar a las mujeres a tomar decisiones informadas y a buscar atención médica de inmediato si es necesario. Siempre es recomendable contar con un equipo médico capacitado y experimentado para atender el parto y estar atenta a los síntomas que puedan indicar una complicación. Con un buen cuidado prenatal y atención médica de calidad durante el parto, la mayoría de las mujeres pueden tener un parto seguro y saludable.

Fuentes utilizadas:

  • Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad de España. Guía de Práctica Clínica sobre la Atención al Parto Normal.
  • Organización Mundial de la Salud (OMS). Recomendaciones de la OMS para la prevención y tratamiento de la hemorragia posparto.
  • Asociación Española de Pediatría. Recomendaciones de la AEP sobre el cuidado del recién nacido.
  • American College of Obstetricians and Gynecologists (ACOG). Practice Bulletin No. 178: Shoulder Dystocia.
  • Royal College of Obstetricians and Gynaecologists. Green-top Guideline No. 29: The management of third- and fourth-degree perineal tears.
  • American College of Obstetricians and Gynecologists (ACOG). Practice Bulletin No. 120: Use of Prophylactic Antibiotics in Labor and Delivery.

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