Parto prematuro: Señales que hay que vigilar durante el embarazo
Dar a luz antes de tiempo es uno de los principales temores de las futuras madres. Sin embargo, los partos prematuros no son tan raros como se podría pensar, sino que ahora es posible, en ciertos casos, detener el inicio del parto. Aun así, hay que reaccionar muy rápido... ¿Cuándo hablamos de parto prematuro? ¿A qué se debe? ¿Cuáles son los factores de riesgo y las señales de alarma?
¿Qué es un parto prematuro?
Los médicos hablan de prematuridad cuando el nacimiento se produce entre la semana 28 y la 37 del embarazo. Un bebé nacido antes de la semana 28 de embarazo se clasifica como muy prematuro, un bebé nacido entre la semana 28 y 31 se clasifica como muy prematuro y un bebé nacido entre la semana 32 y 37 se clasifica como moderadamente prematuro.
¿Qué puede causar un parto prematuro?
Las posibles causas de los partos prematuros son muchas y variadas, lo que dificulta aún más su detección. En la mayoría de los casos, el parto prematuro tiene causas médicas. Puede ser el resultado, por ejemplo, de un desprendimiento de la placenta, un retraso del crecimiento intrauterino, una brecha en el cuello uterino o un exceso de líquido amniótico. Con menos frecuencia, los accidentes traumáticos, como una caída o un golpe, también pueden desencadenar un parto prematuro. Los factores externos y ambientales también parecen desempeñar un papel en este tipo de partos. Por ejemplo, los viajes largos en coche, los paseos prolongados o las actividades laborales físicas pueden inducir un parto prematuro.
Hay varios factores que pueden contribuir a un parto prematuro, que es aquel que ocurre antes de la semana 37 del embarazo. Algunas posibles causas incluyen:
- Infecciones: Las infecciones del tracto urinario, de las membranas fetales o del cuello uterino pueden desencadenar un parto prematuro.
- Problemas cervicales: Si el cuello uterino es débil o se acorta demasiado pronto durante el embarazo, puede provocar un parto prematuro.
- Enfermedades crónicas: Las mujeres con diabetes, hipertensión arterial, enfermedades cardíacas o enfermedades renales pueden tener un mayor riesgo de parto prematuro.
- Embarazos múltiples: Las mujeres que esperan gemelos, trillizos o más, tienen un mayor riesgo de parto prematuro.
- Estrés: El estrés emocional o físico excesivo puede desencadenar un parto prematuro.
- Problemas con el feto: Si el feto tiene problemas de salud, como problemas cardíacos o de crecimiento, puede ser necesario inducir el parto prematuramente.
Es importante recordar que en muchos casos, la causa exacta del parto prematuro no se conoce y puede ser difícil prevenirlo. Sin embargo, mantener un estilo de vida saludable y recibir atención prenatal regular puede reducir el riesgo de un parto prematuro.
¿Cuáles son las señales de alarma?
Cuanto más rápido se preste atención médica, más se podrán controlar las contracciones y detener el parto. Por lo tanto, es fundamental detectar los primeros signos que indican el inicio del parto. Suelen aparecer antes del noveno mes de embarazo y se manifiestan por
• Contracciones (el abdomen se pone duro) cada 10 minutos o con más frecuencia, cerca de una hora.
• Cambio en el flujo vaginal (pérdida de líquido o sangrado de la vagina).
Alguno de los siguientes síntomas, si no desaparecen o empeoran en unas horas:
- Presión en la pelvis (siente que el bebé está empujando hacia abajo).
- Dolor leve o sordo en la parte inferior de la espalda.
- Cólicos o dolores como si tuviera la menstruación.
- Retortijones abdominales con o sin diarrea.
- mareos, palpitaciones.
- Hinchazón de las extremidades y/o de la cara.
- Trastornos de la visión.
- Náuseas y/o vómitos.
- Fiebre.
Si los síntomas mejoran o desaparecen, es recomendable descansar el resto del día.
Por supuesto, no siempre se asocian todos estos síntomas, pero el hecho de presentar aunque sea uno de ellos debe empujar a la embarazada a consultar urgentemente. Sólo un obstetra, una matrona o un ginecólogo pueden examinar el cuello del útero y comprobar si ha cambiado, se ha acortado o se ha abierto, que son signos claros del comienzo del parto.
¿Qué se debe hacer si tengo síntomas de parto prematuro ?
Debes ir al hospital sin perder tiempo si piensas que estás ante un parto prematuro o tienes alguna de las anteriores señales. En el hospital se realizarán los exámenes oportunos y si el médico piensa que tienes riesgo de parto prematuro, quedarás ingresada para administrar el tratamiento más adecuado (reposo, y según la circunstancia, medicación para detener las contracciones o antibiótico o ambos, muchas veces por vía intravenosa “en el suero”).
Si la gestación es de menos de 35 semanas es posible que se administre una medicación (corticoides) para acelerar la madurez de los órganos del bebé.
¿Se puede detener siempre el parto pretérmino?
No, aún haciendo en el hospital todo lo que se sabe que es más adecuado.
Dependerá de cada caso particular, pero es importante acudir al hospital cuando todavía se está en una fase inicial del parto prematuro, pues así habrá más posibilidades de retrasar el parto o de tomar las medidas oportunas para disminuir las posibles consecuencias del mismo.
Fuente: MadridSalud
⇒ ¿Quién puede tener un parto prematuro?
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