La práctica de ejercicio durante el embarazo puede ser beneficiosa tanto para la madre como para el feto. Sin embargo, es importante consultar con un profesional de la salud antes de comenzar cualquier tipo de actividad física durante el embarazo, ya que existen algunas condiciones médicas que pueden requerir limitaciones en el ejercicio.
En general, se recomienda que las mujeres embarazadas realicen ejercicio de intensidad moderada durante al menos 150 minutos a la semana, distribuidos en sesiones de al menos 10 minutos. Las actividades físicas recomendadas incluyen caminar, nadar, hacer yoga prenatal, pilates y otros ejercicios de bajo impacto.
Es importante evitar actividades físicas que puedan ser peligrosas, como deportes de contacto o ejercicios que requieren movimientos bruscos o rápidos. También se deben evitar las actividades que involucren estar acostada sobre el abdomen o sobre la espalda después del primer trimestre del embarazo.
Algunos de los beneficios de la práctica de ejercicio durante el embarazo incluyen el control del aumento de peso, la mejora de la postura, la prevención de dolores de espalda y el fortalecimiento de los músculos y la resistencia. Además, el ejercicio puede ayudar a mejorar la circulación sanguínea y a reducir el riesgo de desarrollar diabetes gestacional y presión arterial alta.
El ejercicio moderado puede fortalecer los músculos que usarás en el parto, como los del abdomen, la pelvis y la parte baja de la espalda.
Además, el ejercicio puede mejorar tu postura, aliviar molestias en la espalda y calambres en las piernas, te ayuda a prepararte para el parto, oxigena tu sangre y la del bebé y mejora tu condición física.
Si tu embarazo se desarrolla normalmente, puedes continuar practicando los mismos deportes o ejercicios que hacías antes de quedar embarazada. Sin embargo, tendrás que hacer ejercicios a un paso más lento a medida que tu embarazo progresa y de sentir algún dolor, náuseas, o mareo, deja de hacerlos inmediatamente.
Recuerda que todos los ejercicios deben ser supervisados por el médico.
Ejercicios
- Sentada con la espalda recta y las piernas dobladas, apoyando planta con planta, sostener los brazos a la altura de los hombros, levantar contrayendo, doblando codos y bajar a la altura de los hombros nuevamente, repetir 8 veces.
- Acostada boca arriba, levantar los brazos al mismo tiempo que contraes tus músculos abdominales y levantas tus piernas dobladas, este ejercicio también puedes hacerlo tomando con ambas manos tus músculos abdominales una vez contraídos, levantando las piernas dobladas, repetir de 6 a 8 veces.
- Sentada con la espalda recta, dobla y contrae los brazos y ciérralos al frente apoyándolos con fuerza, sube y baja los brazos, repite de 6 a 8 veces.
- Colócate en cuclillas, manteniendo recta la espalda, de preferencia apoyando los talones en el piso, sin dejar que los pies roten demasiado hacia afuera o adentro, empuja las rodillas con tus brazos para estirar los músculos de la parte inferior del muslo.
- De pie con la espalda y piernas rectas y abdominales contraídos, contrae los perineales (músculos alrededor de la vagina) y contar de 1 a 8, bajar lo más que se pueda, abriendo más las piernas relajando los músculos perineales, contando de 8 a 1. Repetir de 4 a 6 veces.
- De pie con la espalda recta, piernas abiertas y brazos extendidos, bajar el brazo para tocar el pie del mismo lado que has girado hacia afuera, cambiar al otro lado y repetir cuatro veces de cada lado.
- a) Con el abdomen contraído, rodillas separadas, estira la espalda y la cabeza, llevando los brazos hacia adelante estirados. b) Deja caer el peso de los glúteos hacia atrás recargándolos entre los pies, estirando la espalda, descansar la cabeza y los brazos, mantener esa posición por unos segundos, repetir de 4 a 6 veces.
- Sentada con la espalda recta, junta las plantas de los pies, haciendo presión sobre las rodillas con las manos, para tratar de tocar la superficie del piso con ellas.
- Acostada con la espalda pegada al piso, y una pierna doblada, subir la otra cuando se inspira profundamente llevando el pie en arco, al bajar, contraer los músculos abdominales y expirar. Repetir 8 veces con cada pierna.
- Con las palmas y las rodillas apoyadas en el piso sin doblar los codos, extender la columna (como gato erizado), lo máximo posible hacia arriba, por unos segundos y volver a la posición original. Repetir 10 veces.
- De pie con las piernas separadas y la espalda recta, bajar abriendo las piernas, ponerse en puntas, bajar en puntas y asentar los pies en el suelo, repetir de 4 a 6 veces.
- Apretar firmemente palma contra palma, codos levantados, contraer los pectorales y aflojar; repetir de 8 a 12 veces. Tomar con las manos los antebrazos y levantar los codos a la altura de los hombros, hacer presión, para tensionar los músculos pectorales. Repetir de 12 a 16 veces.
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