El parto anormal es una condición ampliamente definida que puede indicar que una parte concreta del proceso de parto no se está produciendo en circunstancias normales. En circunstancias normales, el parto avanza a una velocidad determinada, pero en el caso del parto anormal la velocidad puede ser más lenta o más rápida.
El trabajo de parto puede dividirse en tres etapas: primera, segunda y tercera etapa.
Primera fase del parto
- La primera fase del parto comienza con las contracciones y los cambios en el cuello uterino y termina cuando el cuello uterino está completamente dilatado. La primera fase puede subdividirse en
- Fase latente, que se caracteriza por un cambio cervical gradual.
- Fase activa, que se caracteriza por un cambio cervical rápido (al menos 1 cm de dilatación por hora).
Segunda fase del parto
La segunda fase del parto comienza con la dilatación completa del cuello uterino y termina con el nacimiento del bebé.
Tercera fase del parto
La tercera fase del parto comienza con el nacimiento del bebé y termina con el alumbramiento de la placenta.
En muchas ocasiones, el proceso de parto puede comenzar de forma completamente normal, pero pasar a ser anormal o desarrollar circunstancias anormales con bastante rapidez. En la mayoría de los casos, el proceso de contracción y dilatación puede cambiar o incluso retroceder o detenerse por completo, lo que alerta al médico para que considere un curso de acción alternativo para el parto. Aunque esta condición no es necesariamente previsible en muchos partos, es recomendable saber lo que puede ocurrir en caso de que el proceso de parto se vuelva anormal.
Trastornos del parto:
- Fase latente prolongada
- Fase activa prolongada
- Detención del parto
- Parto precipitado
- Descenso prolongado (cabeza fetal)
- Detención del descenso (cabeza fetal)
Causas de los trastornos del parto
Una fase latente prolongada es la causa más común de un parto anormal. Dependiendo de la madre, una fase latente que dure más de 14-20 horas se considera prolongada e indicará un proceso de parto anormal. Otras causas son la baja potencia de contracción uterina y la diferencia de tamaño o proporción de la pelvis y el bebé. Las dosis bajas de epidural pueden ser las culpables de un parto anormal, ya que pueden impedir la potencia del proceso de contracción, lo que aumentará el tiempo que se está de parto. Los problemas internos del bebé, como cualquier afección que pueda aumentar temporalmente el tamaño del bebé debido a la inflamación y la hinchazón, también retrasarán el proceso, dando lugar a un parto anormal.
Diagnóstico
El diagnóstico de un parto anormal se realiza en función de las condiciones del proceso de parto específico en relación con lo que se considera un proceso de parto normal. Las observaciones de las distintas frecuencias de las contracciones, la dilatación cervical y el tiempo total del parto son las principales consideraciones que se hacen en cuanto a un proceso de parto anormal, junto con una plétora de otros factores si están presentes. Esta complicación se define como una desviación de un proceso de parto normal, por lo que puede haber cualquier número de cuestiones que contribuyan a que un parto normal y un proceso de parto sean anormales por definición.
Tratamiento
Normalmente, cuando una persona sufre un proceso de parto anormal, el médico la evaluará para determinar en qué fase del parto se encuentra. En el caso de las personas que se encuentran en la fase latente, se aconseja el reposo para conservar la energía para cuando la madre entre en la fase activa del parto. Aproximadamente el 85% de las embarazadas entran en la fase activa del parto por sí solas mediante este sencillo proceso. En el otro 15% de los casos, o bien se diagnostica un falso parto o bien se induce médicamente a la persona para que tenga a su hijo mediante oxitocina.
Pronóstico
El pronóstico a corto y largo plazo para las personas que sufren un proceso de parto anormal es bueno. La gran mayoría de los casos se tratan adecuadamente y dan a luz a bebés sanos y felices. Entre los problemas que pueden surgir durante un parto anormal se encuentra la rotura de las membranas uterinas que provoca corioamnionitis, una infección bacteriana. Algunos partos anormales se producen por circunstancias como una pelvis contraída y es probable que vuelvan a producirse en futuros embarazos, mientras que otros problemas como la macrosomía (bebé grande) pueden no reaparecer en futuros embarazos. Si tienes complicaciones durante el parto, la comunicación con tu médico es crucial para descubrir cuál es la causa exacta del problema y si será o no una recurrencia en el futuro o un problema para tu bebé.
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