Las cardiopatías son una de las principales causas de muerte materna asociadas al embarazo, y se dan hasta en una de cada 25-50 mujeres embarazadas. Si padeces una cardiopatía, puedes ser considerada de alto riesgo y trabajar en estrecha colaboración con un obstetra de alto riesgo (perinatólogo o especialista en medicina materno-fetal) y un cardiólogo te ayudará a conseguir un buen resultado para ti y tu bebé.
Antiguamente, más del 90% de las mujeres embarazadas con cardiopatías tenían "cardiopatía reumática", lesiones del corazón y de las válvulas cardíacas provocadas por la fiebre reumática. La fiebre reumática es una infección rara pero potencialmente mortal y una complicación de la faringitis estreptocócica no tratada, causada por la bacteria estreptococo A. Gracias a la mejora de la atención y el tratamiento con antibióticos, el número de mujeres embarazadas con cardiopatías debidas a la fiebre reumática ha disminuido considerablemente en las últimas décadas. Hoy en día, la forma más común de enfermedad cardíaca en las mujeres embarazadas son las cardiopatías congénitas, que se observan en más de 1 de cada 3 mujeres con enfermedad cardíaca en el embarazo.
Síntomas de las cardiopatías
El primer síntoma de una cardiopatía suele ser la falta de aire, los mareos o el dolor en el pecho. Muchas mujeres embarazadas suelen quejarse de falta de aire ocasional, de la imposibilidad de aspirar suficiente aire, de mareos y de la imposibilidad de realizar determinados ejercicios físicos. Estas quejas suelen ser normales y se deben a la mayor carga de volumen sanguíneo que soporta el corazón, que aumenta hasta un 50% en la semana 28 de embarazo. Si tienes un corazón debilitado, a veces no puede tolerar el aumento de la tensión del embarazo y se vuelve incapaz de funcionar bien.
Por desgracia, los mismos síntomas normales del embarazo también pueden simular una enfermedad cardíaca en el embarazo, y a veces puede ser difícil distinguir lo que es normal y lo que es anormal en el embarazo.
¿Cómo sabrás que tus síntomas son normales?
Informe a su médico de inmediato si:
- Experimenta dificultad para respirar, especialmente si está fuera de lo habitual.
- Te sientes incómoda.
- No puedes realizar sus actividades físicas habituales.
- Experimentas dolor en el pecho.
- Experimentas una repentina hinchazón en el cuerpo, concretamente en los brazos y las manos.
Un examen físico realizado por su médico suele excluir la existencia de una enfermedad cardíaca. A veces está indicado un examen de ultrasonido de corazón llamado "ecocardiograma" para comprobar el corazón.
Si se diagnostica una afección cardíaca, se clasifica:
- Qué parte del corazón está afectada (una válvula, el músculo cardíaco, el revestimiento del corazón o si se trata de un latido irregular).
- La gravedad de la parte dañada o anormal.
- Si es congénita o adquirida.
- La gravedad de los síntomas.
A continuación se presenta una tabla que muestra una lista de posibles formas de enfermedades del corazón:
- Cardiopatía congénita: Persona que nace con uno o más defectos cardíacos congénitos, generalmente porque algo no funcionó bien en la formación del corazón durante el desarrollo prenatal. Este tipo de defectos son bastante frecuentes, ya que se dan en unos siete de cada 1.000 nacimientos.
- Arritmia cardíaca: Alteraciones del ritmo de los latidos del corazón.
- Enfermedad coronaria: Obstrucciones en las arterias coronarias que provocan una reducción del flujo sanguíneo al músculo cardíaco, privándolo del oxígeno vital.
- Valvulopatía cardíaca: El corazón tiene cuatro válvulas: la pulmonar, la mitral, la tricúspide y la aórtica. Las válvulas se abren y cierran para dirigir el flujo sanguíneo entre las cuatro cámaras del corazón, los pulmones y los vasos sanguíneos conectados. Una válvula defectuosa puede no abrirse correctamente, obstruyendo el flujo sanguíneo, o no cerrarse correctamente, permitiendo la fuga de sangre. Entre las causas de los trastornos valvulares se encuentran las cardiopatías congénitas y diversas afecciones inflamatorias e infecciosas.
- Enfermedad del pericardio: Cualquier enfermedad del pericardio, el saco membranoso que rodea el corazón.
- Cardiopatía miocárdica: Las enfermedades del músculo cardíaco, o miocardio, se denominan colectivamente enfermedad miocárdica primaria o miocardiopatía.
Clasificación funcional de las cardiopatías
- Clase I Ninguna limitación de las actividades; sin síntomas por las actividades ordinarias.
- Clase II Limitación leve de la actividad; se siente cómodo con el reposo o con un esfuerzo leve. Una actividad física superior a la ordinaria produce fatiga, palpitaciones, disnea o dolor anginoso.
- Clase III Limitación marcada de la actividad; se siente cómodo sólo en reposo. Una actividad física inferior a la ordinaria provoca fatiga, palpitaciones, disnea o dolor anginoso.
- Clase IV Confinado a la cama o a la silla; cualquier actividad física provoca molestias y los síntomas aparecen en reposo. Los síntomas de insuficiencia cardíaca o del síndrome anginoso pueden estar presentes incluso en reposo. Si se realiza cualquier actividad física, las molestias aumentan.
Más del 90% de las afecciones cardíacas en el embarazo son de clase I o II y, por lo tanto, no entrañan ningún riesgo significativo, mientras que las mujeres con cardiopatías de clase III y IV presentan mayores complicaciones y pueden indicarse ingresos hospitalarios frecuentes.
La mayoría de las afecciones más graves se diagnostican antes del embarazo, y no es habitual que se diagnostique por primera vez una cardiopatía grave en el embarazo. Una de las afecciones cardíacas más graves pero muy poco frecuentes, denominada "miocardiopatía periparto", sólo se observa al final del embarazo y después del parto. Sólo unas pocas cardiopatías son tan graves que el embarazo se asocia a una tasa de mortalidad muy elevada para la madre.
A continuación se exponen algunas pautas generales para las mujeres con enfermedades cardíacas conocidas durante el embarazo:
- Averigua exactamente de qué enfermedad cardíaca se trata.
- Infórmate sobre su efecto en el embarazo y sobre el efecto del embarazo en la cardiopatía.
- Acudir a un obstetra de alto riesgo (especialista en medicina materno-fetal) y a un cardiólogo si es necesario.
- Si la madre tiene una enfermedad congénita, existe el riesgo de que el feto también la tenga. Si sólo es la madre la que tiene una cardiopatía congénita, el riesgo de cardiopatía congénita en el bebé suele ser del 2% al 5% (más del doble del riesgo en la población general), pero puede ser mayor con determinadas afecciones, o si uno o más hermanos tienen también una cardiopatía congénita. Una ecografía fetal en torno a las 20-22 semanas puede comprobar si el feto tiene una cardiopatía.
- Evita el aumento excesivo de peso y sigue una dieta saludable.
- Informa a tu médico de cualquier cambio significativo de peso o de cualquier síntoma, como la falta de aire.
- Evita la actividad física extenuante. Comenta con tu médico lo que puedes o no puedes hacer.
- Habla con un anestesista antes del parto y antes de cualquier procedimiento que requiera anestesia.
- Durante el parto, el alumbramiento y, en concreto, el posparto, presta atención a los signos de insuficiencia cardíaca.
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