Durante los nueve meses, el vientre es el lugar de intensas transformaciones, por lo que no es de extrañar que sea la sede de diversos dolores. Algunos son benignos, otros pueden ser un signo de complicaciones obstétricas graves. Otras no tienen nada que ver con el embarazo.
Dolor pélvico y abdominal en el primer trimestre
Desde el principio del embarazo se puede sentir una pesadez en el bajo vientre. Durante el primer trimestre, el útero aumenta de tamaño, se endereza y sube a la cavidad abdominal, donde comprime los órganos circundantes, en este caso el intestino y la vejiga. Esto puede causar algunos espasmos y dolor pélvico difuso, que no es grave. Los ligamentos y músculos que sostienen el útero, que también se ven sometidos a la tensión del útero más pesado, también pueden causar molestias en las primeras semanas de embarazo.
Dolor pélvico durante un aborto espontáneo
Al principio del embarazo, el dolor pélvico puede ser un signo de un problema más grave, empezando por un aborto. Son contracciones uterinas. El óvulo se desprende, lo que provocará una hemorragia y unas contracciones algo más fuertes que las de la menstruación. Por lo tanto, los dolores en el bajo vientre que se asemejan a los que se sienten durante la menstruación deben llevar a consulta, especialmente si van acompañados de hemorragias.
Dolor pélvico en un embarazo ectópico
Otra posible causa de dolor pélvico en el primer trimestre: un embarazo ectópico, que corresponde a la implantación y desarrollo del óvulo fuera de la cavidad uterina, en este caso en la trompa de Falopio. Es una urgencia porque si no se trata, un embarazo ectópico puede provocar una hemorragia interna.
Ante cualquier dolor pélvico intenso durante el primer trimestre, es aconsejable consultar.
Dolor pélvico en el segundo y tercer trimestre de embarazo
A medida que el útero crece, todo el equilibrio del cuerpo se altera con un desplazamiento del centro de gravedad hacia delante. Cuanto más avanzado está el embarazo, más tira el útero de los ligamentos redondos, los dos ligamentos que lo unen a cada lado del abdomen y lo mantienen hacia delante. Y cuando se tira, puede doler, especialmente en la ingle. Sobre todo porque ciertas hormonas del embarazo, y más concretamente la relaxina, provocan la distensión de los ligamentos para preparar el parto. Hipersensible, la pelvis puede ser, por tanto, la sede, si no del dolor, de un cierto malestar. La futura madre debe entonces descansar, tumbada sobre su lado izquierdo.
Cualquier aparición repentina de dolor pélvico que no cede con el reposo y un analgésico (apto para el embarazo) debe ser consultado en esta etapa del embarazo. Pueden ser un signo de una complicación del embarazo potencialmente grave, como un hematoma retroplacentario. También pueden indicar el inicio del parto, que también requiere una visita al hospital de maternidad, independientemente del término.
Dolor pélvico y abdominal durante el embarazo no relacionado con el embarazo
No sólo existe el útero en el vientre. También están todos los órganos del sistema urinario y digestivo que pueden ser el lugar de patologías que conducen a un dolor pélvico no relacionado con el embarazo. Entre ellas se encuentran las infecciones del tracto urinario, la apendicitis, los cólicos renales, etc. En caso de dolor pélvico asociado a fiebre, consulta sin demora.
En Resumen
En muchas ocasiones, las molestias las producen tirones en los ligamentos del útero a causa del aumento del mismo. Aunque es muy típico del del primer trimestre, se pueden sentir durante toda la gestación. El dolor suele sentirse de la mitad del abdomen hacia abajo, casi en la pelvis o ingles, y otras veces un poco más alto.
También puede deberse al estiramiento de la musculatura abdominal. Suele aparecer en el segundo trimestre, y es muy frecuente en el tercero.
Las molestias intestinales (gases, estreñimiento) también pueden causarte dolor y puedes sentirlo en cualquier parte del abdomen.
A partir de la segunda mitad del embarazo puedes notar como tu abdomen se pone duro, esto es porque tu útero se contrae y se prepara para el momento del parto. Estas contracciones no son dolorosas y suelen ceder con el reposo. En caso de ser dolorosas, continúas y no ceder con el reposo, será motivo para acudir al médico.
En las últimas semanas de embarazo puedes sentir un pinchazo o tirón encima del pubis cuando camines o cambies de posición, es debido al estiramiento de los ligamentos como consecuencia del aumento de tamaño del útero.
El dolor pélvico Suele ceder:
- Con el descanso.
- Evitando los movimientos bruscos.
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