El embarazo puede resultar bastante complicado, pero si te enfrentas a problemas de salud más complejos, tanto tuyos como del bebé, puedes sentirte completamente abrumada. Si estás en medio de un embarazo complejo, sigue leyendo para obtener ideas sobre cómo afrontarlo.
Apoyo médico
Si estás pasando por un embarazo complicado, debes sentirte segura de tu equipo de atención médica. Si no es así, ahora es el momento de abogar por ti misma, buscar un nuevo médico o matrona, o ambos. Está bien hacer preguntas sobre lo que ocurre con tu cuerpo y tu embarazo y ser persistente hasta que lo entiendas. Está bien que busques una segunda opinión o que cambies a alguien que creas que está mejor capacitado para apoyarte médicamente a ti y a tu embarazo. Es muy importante que te sientas segura y confíes en el personal sanitario en cualquier embarazo, pero especialmente durante uno complejo.
Apoyo a la salud mental
Los embarazos complicados pueden conllevar tanta preocupación, ansiedad y sólo pensamientos que realmente puede ser de ayuda buscar asesoramiento y medicación, si es necesario. Un terapeuta te ayudará con las estrategias de afrontamiento y puede servir como punto de control para determinar si sigues estando bien a medida que avanza el embarazo o necesitas un apoyo más amplio. Los profesionales de la salud mental, sobre todo los especializados en el estado de ánimo durante el embarazo y el posparto, suelen estar cubiertos por el seguro médico.
Ayuda para la vida y el trabajo
Si tienes otros hijos o trabajas fuera de casa, o ambas cosas a la vez, es el momento de estudiar tus opciones de ayuda. ¿Puedes contratar a una niñera o aumentar las horas que tus otros hijos pasan en la escuela infantil? Si esa opción es demasiado cara, tal vez tengas amigos o familiares que puedan encargarse del cuidado de tus otros hijos. Si tienes una pareja ¿pueden hacer algo más para apoyarte? Tal vez incluso puedan pedir una excedencia familiar para tomar el timón en casa.
En cuanto al trabajo, habla con tu departamento de recursos humanos, si es que trabajas en un lugar que tenga recursos humanos, sobre las opciones que tienes. A veces se puede empezar la baja familiar antes de que llegue el bebé durante un embarazo complicado. Y si tu embarazo requiere adaptaciones, como pasar menos tiempo de pie, tu lugar de trabajo debería apoyarte en ello.
La última sugerencia de esta categoría es más fácil de decir que de hacer: delega todo lo que puedas y con todo lo demás, intenta dejarlo pasar. Si el reparto de comida a domicilio está dentro de tu presupuesto, hazlo. Si quieres que tu casa esté limpia y una asistenta es una opción económica en tu familia, contrata una. Por otro lado, conseguir la ayuda que necesitas puede ser caro, así que si contratar ayuda no te sirve, intenta ignorar el desorden de la casa y no te preocupes demasiado por volver a servir a tus otros hijos macarrones con queso.
Cuida de ti misma
Ahora que ya tienes toda la ayuda en casa y en el trabajo, puedes centrarte en el cuidado personal. Si tu médico lo autoriza, busca una clase de yoga prenatal. Da un paseo diario sola y escucha uno de tus podcasts favoritos. Siéntate en el sofá, bebe un vaso de agua fresca y respira profundamente. Llama a una amiga, mira un programa de televisión que te guste o lee un libro reconfortante. Si te sientes cómoda y es económicamente accesible, hazte un masaje prenatal. Independientemente de lo que ocurra con tu embarazo y tu bebé, si te cuidas bien, estarás mejor preparada para afrontar lo que venga.
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