Ejercicios de meditación para el embarazo
Para muchas mujeres, el embarazo les causa tanto estrés como emoción. Las mujeres embarazadas a menudo tienen preocupaciones por la salud del bebé, las incomodidades físicas y los temores sobre el nacimiento en sí.
Irónicamente, el embarazo también es un momento durante el cual se les dice a las futuras madres que se mantengan tranquilas. "No te preocupes", dice la gente. "Preocuparse es malo para el bebé". Esto, por supuesto, solo lleva a más preocupaciones.
Ahí es donde entra la meditación. Al darte herramientas para relajarte y permiso para dejar que tus pensamientos pasen a través tuyo, puedes calmar tu mente, calmar tus nervios e incluso prepararte para el parto.
Beneficios de la meditación durante la gestación
Una buena práctica de meditación ofrece muchos beneficios para las mujeres embarazadas, que incluyen:
- Reduce la ansiedad
- Mayor tranquilidad
- Mejora el sueño y la calidad del descanso
- Reduce la tensión en la espalda y los hombros
- Adquisición de habilidades que ayudarán a relajarse y concentrarse durante el parto
Ejercicios de meditación para el embarazo
- Meditación en la respiración
Este es un gran lugar para comenzar si no tienes experiencia con la meditación.
Siéntate o acuéstate en una posición cómoda. Pon una mano en tu pecho y la otra en tu vientre. Comienza simplemente inhalando y exhalando lentamente. Presta atención al movimiento de tu cuerpo bajo tus manos.
Intenta respirar a una velocidad de 12 a 15 respiraciones por minuto. A veces es útil que otra persona haga el recuento, para que puedas concentrar toda su energía en la respiración misma.
- Relajación progresiva
Para este ejercicio, tensarás diferentes partes de tu cuerpo y luego las relajarás conscientemente. Al tomar conciencia del contraste entre los estados de tensión corporal y relajación, podrás relajarte en cualquier momento del día, siempre que te sientas tensa.
Siéntate o recuéstate en una posición que te sostenga el cuello y la columna vertebral. (Siéntate libre de usar almohadas).
Concéntrate en cada parte de tu cuerpo, comenzando con los pies, luego los tobillos y luego las pantorrillas. Tensa cada parte, luego suelta, permitiendo que se relaje por completo.
Preste especial atención a tu cuello, espalda y músculos abdominales.
Continúa hasta llegar a la cabeza, terminando con tensión y relajando los músculos de tu rostro.
Respira profunda y constantemente a lo largo del ejercicio.
- Foco del objeto
En este ejercicio, meditarás en una imagen específica. Por ejemplo: la imagen de tu bebé naciendo, siendo saludable, creciendo para ser un niño feliz.
- Elije una imagen en la que te gustaría enfocarte y concéntrate en esa imagen mientras respiras profundamente.
- Intenta imaginar experiencias positivas relacionadas con la imagen.
- Involucra a tus sentidos para sumergirte completamente en la imagen.
- Suelta toda la energía negativa que se adhiere a la imagen.
- Continúa respirando, meditando en la imagen.
Un paso más allá
Tu práctica de meditación será aún más significativa si la combinas con trabajo de respiración y asanas de yoga. Una práctica que incluya los tres ayudará a fortalecerte mental, física y emocionalmente para el nacimiento de tu hijo.