eco joaquin felipe

Andyy Ferreyra nos ha enviado la eco de su bebé. Ecografía de 34 semanas de gestación.

Después de perder 2 embarazos, vino mi arcoiris a iluminarme la vida. Un Bebé Arcoíris es un niño que nace después de la pérdida de un bebé anterior.

¿Cómo es el feto a las 34 semanas de gestación?

Con 34 semanas de gestación, el bebé pesa aproximadamente entre 2 y 2,5 kg y mide entre 42 y 45 cm, casi del tamaño que tendrá al nacer. Sin embargo, estos números pueden variar ligeramente, ya que cada bebé es único.

En cuanto a su desarrollo físico, a esta edad gestacional:

  • Piel: La piel del bebé se está volviendo más suave y gruesa. Está cubierta por una sustancia grasosa llamada vérnix caseosa, que la protege del líquido amniótico.
  • Cabello: Muchos bebés ya tienen una buena cantidad de pelo en la cabeza.
  • Uñas: Las uñas ya están bien formadas y, en algunos casos, incluso pueden sobresalir de la punta de los dedos.
  • Grasa corporal: Está ganando grasa rápidamente, lo que le ayuda a regular su temperatura una vez nazca.
  • Sistema nervioso: Su cerebro sigue desarrollándose a gran velocidad y comenzando a formar conexiones neuronales más complejas.
  • Pulmones: Aunque aún no están completamente maduros, ya están lo suficientemente desarrollados para que, en caso de un nacimiento prematuro, el bebé tenga una buena probabilidad de respirar por sí solo con el apoyo adecuado.

En general, el bebé está muy activo, moviéndose bastante dentro del útero, aunque el espacio cada vez es más limitado. Notarás sus pataditas con bastante frecuencia, lo cual es un signo saludable de que todo va bien. 🚼👶

¿Qué cambios experimenta la madre a las 34 semanas?

A estas alturas del embarazo, tú también estarás experimentando una serie de cambios y síntomas. Es posible que notes:

  • Cansancio: El peso del bebé y el volumen del útero hacen que te sientas más agotada. El descanso es fundamental.
  • Dolores de espalda: Con el aumento del tamaño del útero, es común que sientas molestias en la parte baja de la espalda.
  • Hinchazón: Tus pies y tobillos pueden empezar a hincharse más debido a la retención de líquidos, especialmente si pasas mucho tiempo de pie.
  • Acidez: El útero, al empujar el estómago hacia arriba, puede provocar reflujo y acidez. Comer en porciones pequeñas y frecuentes puede ayudarte a aliviar este malestar.

Recuerda que, aunque estas molestias son normales, es importante consultar a tu médico si sientes algo fuera de lo común, como una hinchazón excesiva, dolor fuerte o disminución en los movimientos del bebé.

El riesgo de parto prematuro a las 34 semanas

Una de las principales preocupaciones a esta altura del embarazo es la posibilidad de un parto prematuro. Un bebé nacido a las 34 semanas se considera "prematuro tardío", pero las probabilidades de que tenga un desarrollo saludable son muy altas. Gracias a los avances médicos, un bebé nacido en esta etapa tiene más del 95% de posibilidades de sobrevivir sin complicaciones graves.

Sin embargo, debido a que sus pulmones y sistema inmunológico aún no están completamente desarrollados, puede necesitar pasar algunos días o semanas en una unidad de cuidados intensivos neonatales (UCIN). Aquí recibiría soporte respiratorio y monitoreo continuo.

¿Qué señales de parto prematuro debo tener en cuenta?

Es importante estar atenta a posibles signos de parto prematuro, como:

  • Contracciones regulares y dolorosas.
  • Pérdida de líquido amniótico.
  • Dolor en la parte baja de la espalda que no desaparece.
  • Sangrado vaginal o aumento del flujo.

Si experimentas alguno de estos síntomas, no dudes en contactar con tu médico de inmediato.

Consejos para la semana 34 de embarazo

Es una etapa en la que la preparación para el parto es clave. Aquí tienes algunos consejos para esta semana:

  1. Haz la maleta para el hospital: Aunque lo ideal es que el bebé nazca a término, es una buena idea tenerlo todo preparado. Asegúrate de incluir ropa cómoda, documentos médicos y productos de higiene personal.
  2. Planifica tu descanso: Duerme de lado, preferiblemente del lado izquierdo, para mejorar la circulación. Colocar una almohada entre las piernas puede ayudarte a sentirte más cómoda.
  3. Haz ejercicio suave: Actividades como caminar o practicar yoga prenatal pueden ayudarte a aliviar los dolores de espalda y mejorar la circulación. Además, te preparan físicamente para el parto.
  4. Conéctate emocionalmente con tu bebé: Habla con él, acaricia tu barriga, ponle música. Este tipo de conexión fortalece el vínculo y reduce el estrés.

Cuándo acudir al médico

Es fundamental que mantengas tus visitas prenatales regulares, donde tu médico verificará el bienestar del bebé y te dará recomendaciones adaptadas a tu situación. Si notas menos movimientos fetales, tienes dolor intenso o algún otro síntoma preocupante, no dudes en ir al hospital o contactar a tu ginecólogo. Siempre es mejor prevenir que lamentar.