Los cálculos biliares, al igual que los renales, son formaciones cristalinas causadas por la acumulación de compuestos biliares. Se forman en la vesícula biliar, que es un pequeño órgano encargado principalmente de la digestión de las grasas. Se encuentra directamente debajo del hígado, y muchos seres humanos pueden vivir sin ella tras su extirpación quirúrgica. La extirpación puede ser necesaria en caso de enfermedad de la vesícula, que puede ser fácilmente causada por los cálculos biliares. Por desgracia, los cálculos biliares se forman más fácilmente en el cuerpo de las embarazadas.
Los cálculos biliares son más comunes durante el embarazo debido al aumento del nivel de estrógeno en el cuerpo. Cuando se está embarazada, los niveles de estrógeno son más altos que nunca, y el estrógeno es en parte responsable del aumento de la concentración de colesterol en la vesícula biliar. Aproximadamente entre el 5 y el 8% de las mujeres experimentan cálculos biliares durante el embarazo, y de hecho son la segunda razón más común por la que las mujeres se someten al bisturí durante el embarazo.
No todas las mujeres tendrán los síntomas típicos de los cálculos biliares durante su embarazo. Con los dolores y molestias habituales de su vientre agrandado, a menudo es difícil discernir una indigestión de un cálculo biliar. Sin embargo, los síntomas son más evidentes y problemáticos en algunas mujeres. Los síntomas más comunes de los cálculos biliares son los vómitos, las náuseas y el dolor agudo en la zona superior derecha del vientre. La posición de la vesícula biliar puede cambiar a medida que el bebé crece, por lo que el dolor agudo puede presentarse en otro lugar.
Tanto si estás embarazada como si no, con los síntomas típicos de los cálculos biliares, la mejor manera de tratarlos es extirpando la vesícula. Esto suele hacerse mediante laparoscopia, a través de varios agujeros pequeños en el abdomen. El cuerpo humano puede funcionar normalmente sin ella, por lo que la extirpación suele ser la solución más segura. Una vez que el médico ha determinado que tienes cálculos biliares con los síntomas y una ecografía, la indicación de la extirpación puede depender de la fase del embarazo y de tus síntomas.
Lo más seguro es extirpar la vesícula biliar antes del tercer trimestre del embarazo, antes de que el útero haya crecido demasiado para dificultar la intervención. En el segundo trimestre, es probable que se extirpe por laparoscopia. Si los cálculos biliares se descubren en el tercer trimestre, en función de tus síntomas tu médico puede recomendarte que esperes hasta que hayas tenido a tu bebé para extirpar el órgano. El tamaño de tu bebé dificultará el acceso a la vesícula, especialmente en la última parte del tercer trimestre, y el procedimiento podría inducir un parto prematuro. Por suerte, la vesícula biliar puede extirparse quirúrgicamente de forma segura durante el embarazo, siempre que los cálculos biliares se descubran en el primer o segundo trimestre.
Colecistitis en el embarazo
La colecistitis es una infección de la vesícula biliar que suele estar asociada a los cálculos biliares. Otras causas pueden ser problemas en el conducto biliar y tumores.
La vesícula biliar es un órgano pequeño, con forma de pera, situado debajo del hígado, en el lado derecho, que contiene la bilis, que es un líquido digestivo que se libera en el intestino delgado. La enfermedad de la vesícula biliar es la segunda urgencia abdominal más frecuente durante el embarazo.
Los signos y síntomas de la colecistitis suelen aparecer después de una comida, sobre todo si es abundante o grasienta, y pueden incluir:
- Náuseas
- Vómitos
- Dolor intenso en la parte superior derecha del abdomen
- Dolor que se irradia hacia el hombro derecho o la espalda
- Sensibilidad en el abdomen al tocarlo
- Fiebre
La colecistitis debe ser tratada tan pronto como se haga el diagnóstico, ya que si no se trata puede dar lugar a complicaciones graves, a veces mortales.
En el embarazo, el diagnóstico de la colecistitis es un poco más difícil, pero si los síntomas son típicos y se examina rápidamente, el diagnóstico puede hacerse rápidamente.
El tratamiento inicial de la colecistitis en el embarazo suele consistir en la administración de antibióticos, pero la extirpación de la vesícula suele ser necesaria, especialmente si hay cálculos biliares.
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