Durante el embarazo, el feto normalmente asume una posición que se considera óptima para el parto, que es cabeza abajo con la cabeza mirando hacia el canal de parto. Sin embargo, en algunos casos, el feto puede adoptar posiciones anormales, lo que puede dificultar el proceso de parto.
La presentación más común: Parto anterior occipito-ilíaco izquierdo
En 2 de cada 3 mujeres, el feto se presenta boca abajo, bien flexionado, con la pequeña cabeza orientada hacia la ilíaca izquierda. Esta presentación es la más favorable de todas.
Las contracciones uterinas impulsan el polo occipital de la cabeza flexionada hacia la parte inferior del útero.
El canal cervical puede ser borrado y luego dilatado regularmente. La bolsa de agua se rompe espontáneamente a partir de los 5 cm o cuando está totalmente dilatada. Después de 6 a 8 horas, la dilatación se completa con 10 cm. El útero tiene ahora un solo canal con la vagina.
La expulsión es la consecuencia de las contracciones uterinas cada vez más intensas, reforzadas por la contracción voluntaria de los músculos estriados de la faja abdominal. No supera los 30 minutos.
El tejido blando se distiende gradualmente y la cabeza se libera por deflexión, siendo el punto fijo el suboccipucio, encajado bajo la sínfisis, con la frente recorriendo el perineo a lo largo de la pared posterior de la vagina distendida. Lo importante en esta fase es evitar un desgarro mediano peligroso para el recto y, si la tensión es demasiado grande, realizar una episiotomía lateral.
La salida de hombros y de nalgas suele ser fácil una vez que se pasa la cabeza.
Otras posiciones del bebé
Pero algunos bebés toman otras posiciones que a veces dificultan el parto, y hace necesario recibir una atención especial.
Parto occipito-ilíaco posterior derecho
Esto significa que se trata de una presentación en cumbre en la que la fontanela pequeña es posterior, situada frente al seno sacroilíaco derecho. No hay flexión de la cabeza durante el enganche.
El diámetro que la cabeza ofrecerá a la pelvis es mayor y mide 11 cm. El enganche es más tardío, el descenso es más difícil y el parto es más complicado, marcado por el dolor lumbar. La evolución del parto es buena en 2/3 de los casos.
En el tercio restante, hay problemas de distocia con o sin defectos de rotación de la cabeza. En ese caso, a menudo es necesario realizar una cesárea o utilizar fórceps.
Presentación de cara
En realidad es una presentación de la cabeza en plena desviación. Esta modalidad poco frecuente está al borde de la distocia, ya que el descenso al canal pélvico es difícil. La apertura del útero es larga. La fatiga de la madre es frecuente y el sufrimiento del feto es posible. A menudo es necesario realizar una cesárea.
La presentación de la frente o bregma (a nivel del cráneo, la bregma es el punto más alto del hueso frontal).
Aquí, la desviación de la cabeza es parcial, pero esta presentación es potencialmente distócica. Es posible realizar maniobras suaves de rotación para iniciar el descenso correctamente, pero a veces es necesario realizar una cesárea en caso de sufrimiento fetal.
Posición de nalgas
Dentro de las posiciones anormales, la de nalgas es la más frecuente. En este caso, el bebé está colocado con las nalgas cerca del cuello del útero. Estos partos son muy frecuentes en bebés prematuros ya que muchos niños no adoptan la posición correcta hasta las últimas semanas o días del embarazo. Otras causas que pueden llevar a un parto de nalgas son:
- Embarazo múltiple.
- Útero con anormalidades.
- Tumores.
- Hidramnios (exceso de líquido amniótico).
- Placenta previa.
Si tu bebé está de nalgas y ya estás en las últimas semanas de embarazo, es posible que el médico intente girar al bebé desde el exterior. Si el bebé no gira, es muy probable que el médico opte por una cesárea.
Posición transversales y oblicuas
En estos casos, el bebé se presenta en horizontal o en posición oblicua. El bebé se coloca como una hamaca, de modo que ni la cabeza ni el asiento ni los pies están presentes en la entrada de la pelvis de la madre. Esta presentación es poco común y a menudo se asocia con un útero laxo. A veces es posible girar al bebé mediante maniobras externas unas semanas antes del parto, de ahí la importancia de las últimas ecografías del embarazo. Existe el peligro de que se produzca una distocia en los hombros o en las caderas. Si la maniobra de enderezamiento externo falla, se hace necesaria una cesárea. Las causas que pueden llevar a un parto en posición transversa son:
- En mujeres que ya han tenido más de cuatro partos.
- Bebés prematuros.
- Placenta previa.
En el caso que no funcione la maniobra de enderezamiento es imposible un parto vaginal, el bebé no puede pasar por el canal del parto en esta posición y se corre peligro de que se obstruya el cordón y no le aporte oxigeno al bebé.
Deberá hacerse cesárea antes de empezar con el trabajo de parto activo o nada más iniciarse. Si se prolonga el trabajo de parto hay riesgos tanto para la madre como para el bebé.
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